- Exige ombudsman justicia para las niñas y mujeres víctimas de violencia, y para sus familias.
- La sociedad debe sumarse y apoyar el movimiento feminista.
- Llamó a terminar con el machismo y con estructuras arcaicas que han impedido el desarrollo de las mujeres y favorecido el crecimiento de la violencia.
Toluca, México.- “No más tolerancia al pensamiento machista y la misoginia en nuestra sociedad; las instituciones públicas deben garantizar que haya justicia para las familias de las víctimas de feminicidio, para Fátima, Jessica, Ingrid, Camila, Melisa, Vanessa, para Lupita, pero también para aquellas de las que nadie habla, de las mujeres indígenas mancilladas y las niñas y jóvenes, que día a día son acosadas, intimidadas, violentadas, socavadas y ultrajadas, hasta arrancarles su sonrisa, su libertad de ser, sentir, vestir y de vivir”, afirmó el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), Jorge Olvera García.
En el marco del paro nacional “Un día sin Mujeres”, el ombudsman manifestó su apoyo a todas aquellas activistas que como Frida Guerrera no están dispuestas a callar, a los colectivos que luchan en contra de la violencia de género, a las mujeres valientes e inteligentes, a las madres de desaparecidas, a las alumnas y profesoras de la UAEMex y de todas las universidades: “ya no más estigmatización y criminalización a su movimiento. Las paredes se despintan. Los monumentos se restauran. Las clases se reanudan, pero las vidas no.”
El titular de la Codhem demandó terminar con el patriarcado que ha permitido la existencia del “techo de cristal”, esa cubierta -dijo- que los hombres construyeron por encima de los anhelos de la mujer para que ella no pudiera crecer ni florecer.
Externó su convocatoria a los varones para evitar toda clase de violencia contra las mujeres, desde la propagación de chistes y comentarios misóginos, hasta el acoso y el aprovechamiento de la fuerza física para levantarle la mano a sus compañeras de vida, “que no se haga rutina el desprecio, el jalón, el empujón, la cachetada, el ojo morado”. Llamó a que ya no más insultos ni humillaciones en la vida cotidiana: “ellas son simplemente ellas, seres humanos fuertes, valiosos, poderosos…”
En el auditorio de la Codhem, ocupado por los varones del organismo defensor que dejaron un lugar vacío a su lado, como un homenaje simbólico a sus compañeras ausentes, que representan el 54 por ciento del total del personal, Olvera García, fustigó a los “poco hombres”, criminales que proclaman tan campantes “maté a mi mujer”, “la maté porque era mía”, “la maté porque se lo merecía”, “la maté porque me provocó” y sentenció que seguramente ninguno de esos cobardes confesó que la mató por miedo, por miedo a su libertad, a su alegría, a su sonrisa, a sus sueños:
“macho aferrado, abre los ojos, escapa de tu ceguera y date cuenta de que te estás convirtiendo en el más intenso animal. Deja de tomar tus privilegios falsos por haber nacido hombre, deja de mandar, ya no esperes que te sirvan más”, afirmó.
Celebró que la unidad de las mujeres, su movimiento está logrando lo inimaginable: “la Iglesia ha abierto sus puertas y se suma a este paro nacional. La institución de fe que por siglos ha sido fuente de la ideología machista hoy tapa con mantas las imágenes femeninas como forma de protesta; ahora esperamos congruencia, esperamos que las mujeres del interior de la institución se expresen con libertad, que no se mantengan subordinadas, que no sean discriminadas; que a la mujer que llegue a profesar su fe no se le limite su libertad, ni se le discrimine por su forma de vestir, enfatizó.
Finalmente, reiteró la urgencia de reconocer la libertad de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo. El derecho de todas las personas a amar libremente y formar una familia. Ni los prejuicios, ni las ideologías deben marcar el reconocimiento de los derechos humanos, concluyó Jorge Olvera.