OCTAVIO MARTÍNEZ, MERCENARIO DE LA POLÍTICA, OPORTUNISTA Y SIN VERGÜENZA

Por Efrén San Juan

Octavio Martínez Vargas, actual legislador de Morena, ha demostrado ser un verdadero mercenario de la política, dispuesto a cualquier cosa para asegurar cargos para su familia.

Al puro estilo de la delincuencia organizada, Martínez Vargas quiere seguir obteniendo cargos para los suyos como siempre lo ha hecho desde que empezó su carrera política.

Recientemente, el ex perredista inició una campaña de chantaje político al agarrar un tema que no le corresponde, solicitando en el pleno de la LXII legislatura que el Fiscal mexiquense rinda cuentas de las acciones que ha estado realizando, lo que no es más que una táctica para generar presión o cobrar un “derecho de piso” y asegurar, bajo el disfraz de una lucha por la justicia, un cargo familiar más en su red de nepotismo, es decir, conseguir un espacio para su hermano en el Poder Judicial.

La red de favores familiares de Octavio Martínez es extensa y descarada, pues desde paso por el PRD, no ha tenido reparos en recurrir a prácticas propias de la delincuencia organizada para cumplir su único objetivo: mantener a su círculo cercano en puestos clave.

La vergüenza no la conoce cuando se trata de hacer avanzar su carrera a costa de los demás. Desde que se dio a conocer en el ámbito político, ha colocado a varios de sus familiares en posiciones de poder.

Por ejemplo su cuñada, Diana Méndez Aguilar, fue tercera síndica en Ecatepec; mientras que la esposa de su hermano Fernando, Erika González Espinosa, fue regidora en el periodo 2019-2021. No conforme con eso, su hermano Alejandro Martínez Vargas fue regidor en Ecatepec y, más recientemente, Octavio intentó que su hija, Samantha Martínez Méndez, fuera diputada federal en 2021, algo que no logró, pero lo intentó, demostrando que no tiene límites.

De manera particular Octavio Martínez ha ocupado puestos amparado por el Sol Azteca como Consejero Estatal y Municipal en Ecatepec, regidor y diputado local, y desde entonces no ha dejado de beneficiarse de poder e influencias para su familia.

Es relevante señalar que durante su periodo como regidor de Ecatepec, su hermano Horacio Martínez Vargas ocupó un cargo clave en el gobierno de Ecatepec. Sin embargo, la verdadera sorpresa llegó en 2023, cuando Martínez Vargas abandonó al PRD para unirse a Morena por invitación de Higinio Martínez, demostrando que su lealtad política no depende de ideales, sino de conveniencia. Este cambio no fue más que una estrategia para lograr su objetivo: mantener el poder a toda costa.

Lo que parece evidente es que el interés de Octavio Martínez Vargas no es servir a los mexiquenses ni promover la transparencia, como dice. El llamado a la rendición de cuentas de la Fiscalía General de Justicia, más que una preocupación legítima por el bienestar del estado, parece un intento manipulado para cumplir intereses personales, utilizando el chantaje político como moneda de cambio.

Cabe mencionar que Octavio Vargas sigue consolidándose como un mercenario de la política, sin escrúpulos ni ética, dispuesto a todo por asegurar que el servicio público sea una herencia familiar.