Organizaron estudiantes de la UAEMéx encuentro virtual para prevenir el avance de la hepatitis

  • Las acciones preventivas contra la hepatitis están destinadas a prevenir su aparición, detener su avance y atenuar sus consecuencias una vez establecida la enfermedad.
  • Cada año en la región de las américas hay 10 mil nuevas infecciones por el virus de la hepatitis B y 23 mil muertes, mientras que hay 67 mil nuevas infecciones por la hepatitis C y 84 mil muertes, situación que consideró alarmante, por lo que se deben aplicar medidas preventivas que detengan la propagación de esta patología.  

Toluca Méx.- Durante la charla “Todos contra le hepatitis”, organizada por la Organización Estudiantil en Pro de la Salud (OEPSA) de la UAEMéx, el especialista en salud pública Luis Carlos López García, manifestó que la hepatitis es una enfermedad de biología multifactorial que se caracteriza por la existencia de inflamación y necrosis hepatocelular, por lo que afecta predominantemente al hígado; de acuerdo con su curso evolutivo, éstas pueden ser agudas y crónicas cuando superan un tiempo patológico de seis meses.   

Luis Carlos López García agregó que entre las causas de esta enfermedad están las causas virales, enfermedades autoinmunes y genéticas, hepatopatías alcohólicas e incluso, puede ser inducida por fármacos y tóxicos. Aseguró que el cuadro clínico puede consistir en fiebre, náuseas, vómitos, dolor abdominal, erupciones cutáneas, perdida de apetito e ictericia (color amarillo en piel), por lo que se debe recurrir a pruebas para determinar su origen.  

Indicó que las hepatitis víricas causadas por virus hepatotropos, es decir, por aquellos que solo provocan hepatitis, se derivan en tipo A, B, C y D. El tipo A es causado por virus ARN, cuya fuente son las heces fecales, su transmisión es oral y no produce infección crónica: La hepatitis tipo B, C y D su fuente son la sangre y sus derivados, por lo que se transmite a través de fluidos corporales, la piel, la mucosa y por vía perinatal y en los tres casos puede provocar una infección crónica.   

Ante miembros de la OEPSA UAEMéx y del Comité Permanente en Salud Pública (SCOPH) que se dieron cita de manera virtual, el investigador advirtió que en ocasiones la enfermedad no presenta síntomas hasta años posteriores a la infección, cuando el hígado puede estar severamente dañado. Añadió que de acuerdo con casos de hepatitis B, en adultos 95% evoluciona hacia la recuperación después de tener una infección aguda y solo 5% se hace crónico, mientras que en niños es más grave, ya que solo 10 % se curan y 90% se ramifica, evolucionando hacia una patología crónica.   

En cuanto a prevención, Luis Carlos López García indicó que la hepatitis tipo A se puede prevenir con medidas de higiene y vacunación y no tiene tratamiento. El tipo B con vacunación y monitoreo de sangre y su tratamiento se hace mediante análogos de nucleótidos o interferón pegilado, mientras que la hepatitis C se previene con monitoreos de sangre, sobre todo en personas de riesgo: aquellas con tatuajes, piercings, que usan drogas inyectables o que hayan recibido sangre o trasplantes antes de 1994, además del personal de salud y aquellos con hemodiálisis. Su tratamiento se hace con agentes antivirales que impiden la replicación del virus.   

El especialista en salud pública de la UAEMéx hizo énfasis en que la prevención puede desarrollarse en periodo prepatogénico para disminuir la probabilidad de infección, pero también durante el periodo patogénico para identificar la enfermedad en fases tempranas y así establecer medidas que frenen su avance, disminuyan el daño y mejoren el pronóstico.  

Indicó que medidas individuales como evitar el consumo de alimentos y bebidas cuya preparación no se conoce, usar condón, lavarse manos antes de cocinar y después de ir al baño, utilizar jeringas esterilizadas y desechables, aplicar vacuna contra la hepatitis B y evitar compartir objetos de uso personal ayudan mucho a evitar infecciones y afecciones graves.  

Concluyó que, entre los avances en México, en sintonía con iniciativas de acción de la OMS, está la vacunación universal contra hepatitis B, la vacuna contra hepatitis A en guarderías, el programa sangre segura mediante pruebas a donadores de sangre y órganos, la mejora en las condiciones sanitarias y agua potable, la regulación de establecimientos de tatuajes y perforaciones, además del tamizaje o pruebas gratuitas para hepatitis C.