- Comparten Ibeth Zamora, María del Carmen Mancilla y Victoria Montero sus experiencias deportivas.
- Destacan los retos a los que se enfrentaron al ser mujeres y participar en diversas disciplinas.
Zinacantepec, Estado de México, 25 de noviembre de 2018. Durante las actividades de la Semana Naranja, que organiza la Unidad de Género de la Secretaría de Cultura, se desarrolló la mesa de diálogo “Deportistas exitosas”, en la cual atletas con una amplia carrera compartieron las experiencias que las llevaron a obtener grandes logros en cada una de sus disciplinas.
Durante la charla, Ibeth “La Roca” Zamora Silva, campeona mundial de boxeo, María del Carmen Mancilla Díaz, maratonista olímpica en Atlanta 1996, y Victoria Montero Enríquez, jugadora de bádminton en Londres 2012, abrieron sus corazones y platicaron lo que significa ser una mujer exitosa en el deporte, sobre todo en un país como México.
Asimismo, coincidieron en el orgullo que conlleva tener la oportunidad de representar a México en eventos internacionales, así como de los diferentes sacrificios que realizan los deportistas para obtener sus diversos triunfos.
Con respecto al papel de la mujer en el deporte, cada una de las panelistas explicó desde su perspectiva y del deporte en el que se desarrollan, sus diferentes puntos de vista; Carmen Mancilla platicó que para ella fue complicada su incursión en el mundo del deporte, pues en un principio sus padres no estuvieron de acuerdo con esta actividad.
Además, recordó que en esa época los premios económicos en las diferentes competencias en eventos de atletismo no eran iguales entre hombres y mujeres, a pesar de que recorrían las mismas distancias o que por ser mujer a ella en una ocasión la siguieron durante todo el maratón, para constatar que sí había completado el recorrido.
Por su parte, Ibeth “La Roca” Zamora compartió las diferentes experiencias a las que se ha enfrentado en un deporte, que hasta hace algunos años se concebía sólo para los varones, donde a pesar de la resistencia de sus familiares más cercanos contó con su apoyo; señaló que las oportunidades al ser mujer no fueron las mismas y tuvo que pelear en diferentes funciones sin recibir pago alguno, además, a pesar de ser Campeona Mundial en tres pesos distintos, no recibe las mismas premiaciones que los varones.
Indicó que, como muchas mujeres, ha enfrentado los estereotipos sociales, contó que fiel a los principios que le inculcaron se ha resistido a posar de forma sensual para promocionar sus peleas, lo que hizo que no fuera tomada en cuenta en funciones de televisión abierta.
Por su parte, Montero Enríquez reconoció que a nivel institucional ella vivió como deportista una época en la que las oportunidades en becas son iguales entre hombres y mujeres, puesto que se otorga un estímulo con base en resultados.
A pesar de ello, su camino como mujer no ha sido sencillo, sobre todo al enfrentarse a entrenadores de otros países con diferentes formas de pensar, por lo cual tuvo que sobreponerse, demostrar su calidad como atleta, o finalmente, alejarse y continuar con su camino.