Ser de izquierda, progresista y parte de la Cuarta Transformación de la vida pública del país implica reconocer y hacer valer los derechos de la Madre Tierra, subrayó el diputado Max Agustín Correa Hernández (morena) durante el Foro para la Creación de la Ley de los Derechos de la Naturaleza del Estado de México, cuya realización tuvo como objetivo recopilar ideas para garantizar la protección, el resguardo o restauración del planeta mediante mecanismos jurídicos estatales.
Durante el encuentro, en el salón Benito Juárez del Poder Legislativo al que asistieron las diputadas de morena Rosa María Zetina González y Mónica Angélica Álvarez Nemer, el legislador remarcó que solo Bolivia y la Ciudad de México tienen leyes que velan por los derechos de la Madre Tierra, por lo que las aportaciones para construir en la entidad una iniciativa de reforma constitucional y legal al respecto será una aportación de los mexiquenses al país y a los seres del mundo.
“Obtendremos las bases y fundamentos para que en el Estado de México exista la planificación, gestión pública, inversiones y el marco institucional estratégico para la implementación de los derechos de los bosques, el agua, la flora, la fauna diversa de nuestro bello estado”, puntualizó el legislador en el evento que contó con la participación de activistas, académicos, funcionarios, investigadores y público en general.
Al insistir en que es necesario establecer obligaciones y sanciones a los ciudadanos, a los gobiernos, al Estado mexicano y a las instituciones públicas y privadas para que se respeten y hagan valer los derechos de la Madre Tierra, el presidente de la Comisión Legislativa de Protección Civil de la 60 Legislatura enfatizó que los humanos viven de la naturaleza, que se necesita replantear qué tipo de relación se debe tener con la Tierra y de quién se debe proteger, y cuáles son los mecanismos jurídicos necesarios para su protección.
El diputado explicó que la Madre Tierra es una comunidad indivisible de seres vivos cuya interrelación deriva en la vida de todos quienes la conforman, y que sus derechos son originarios para garantizar, en primer lugar, la existencia de cada ser, y por ello son inalienables en cada territorio para garantizar la vida.
Otro punto fundamental, explicó el diputado, es rescatar el conocimiento ancestral de los habitantes, pueblos y comunidades originarios, quienes por siglos han protegido y resguardado los usos y costumbres de la madre naturaleza, por lo que sus aportaciones son trascendentales para la elaboración del nuevo andamiaje legal, el cual debe privilegiar la integridad, el equilibrio y salud del planeta.
Por lo anterior, el legislador criticó el modelo ‘extractivista’ (proceso de extracción de recursos naturales) del capitalismo por privilegiar la producción de ganancias y olvidar el bienestar y reproducción de la vida y, de manera puntual en el Estado de México, la ambición genocida del modelo neoliberal que se propuso quitar la protección al Nevado de Toluca, a los bosques de Jilotzingo, a los cerros circunvecinos al Lago de Texcoco y a los bosques de Amanalco que generan el agua del Cutzamala.
Al informar que el 6 de septiembre se realizará otro foro para recopilar las aportaciones de varios sectores de la sociedad, el diputado indicó que la tarea será concatenar las opiniones en una compleja interrelación, interdependencia y funcionalidad de todos los aspectos y procesos sociales, culturales, ecológicos, económicos, productivos, políticos y afectivos que se desarrollan en la entidad federativa en beneficio del planeta.
En entrevista, el legislador compartió que ya se tiene un anteproyecto de ley y que los elementos aportados por los especialistas enriquecerán los lineamientos que podrían ser presentados en octubre como una iniciativa en la 60 Legislatura, además de que su intención es que se vincule a una iniciativa que modifique la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.