La pobreza debe visibilizarse como un problema de derechos humanos, pues cuando alguna persona está en esa situación se violentan el acceso a la alimentación, al agua, vivienda digna, cultura, educación y a una vida integral, destacó la subdirectora de Atención a grupos en situación de vulnerabilidad de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), Juana Inés Jiménez Perdomo.Enfatizó que la Codhem colabora en la sensibilización de la población, para que las instancias de gobierno generen políticas públicas con perspectiva en derechos humanos, a fin de generar un cambio en la vida de quienes la padecen.
Explicó que actualmente unos 800 millones de personas viven con menos de 1.25 dólares al día, por tanto, carecen de alimentos, agua potable y saneamiento, servicios básicos para su desarrollo personal y el de su familia, por ello no debe verse a la pobreza sólo como una cuestión económica, sino que es multifactorial e incide en el bienestar y la dignidad humana.
En el marco del “Día internacional para la erradicación de la pobreza”, comentó que quienes viven en extrema pobreza no tienen acceso a los servicios mínimos, por ello invitó a apoyar la iniciativa de Naciones Unidas de unir esfuerzos entre los diversos países, ámbitos de gobierno e instituciones, con la sociedad para erradicar ese flagelo.
La subdirectora de Atención a grupos en situación de vulnerabilidad recordó que entre los objetivos de la Agenda 20-30 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, el primero se refiere al fin de la pobreza, con miras a lograr una sociedad incluyente y sin discriminación; hambre cero, salud y bienestar, educación de calidad, igualdad de género, agua limpia y saneamiento, entre otras metas que se entrelazan entre sí y que contribuirán a un desarrollo integral pleno de cada persona.