Ante el planteamiento de la sesión sobre si la respuesta global al problema de las drogas puede ser más efectiva lo primero que hay que reconocer es que ante el surgimiento de nuevas realidades o redimensionamiento del problema que señaló el Sr. Otarola, el marco internacional actual es insuficiente y merece una nueva respuesta de la comunidad internacional que logre un equilibrio entre los distintos enfoques desde los cuales se puede abordar el problema y deje de privilegiarse un enfoque punitivo, exclusivamente de aplicación de la ley por sobre las personas mismas y sus derechos más elementales. Desde el punto de vista de México, el resultado de la sesión especial de drogas de abril, debe ser una decisión de la comunidad internacional de comenzar a replantearse las prioridades de la estrategia y equilibrar los enfoques de salud, DDHH, de justicia, económico, de educación.
Independientemente de que la urgencia de actualizar la estrategia internacional sea más evidente en unas regiones que en otras, hay que recordar que las drogas y sus efectos no son un problema de una sola región sino que realmente afecta a todos.
Si bien para la región latinoamericana este problema es uno de nuestros principales desafíos en materia de seguridad, en otras regiones del mundo el mismo problema puede tener otras manifestaciones y convertirse, por ejemplo, en uno de los principales asuntos de la agenda de salud pública. Es el caso de Estados Unidos y Europa que, aparecen consistentemente, como primer y segundo mercado más importante para los consumidores. Lo es también para el continente africano que enfrenta igualmente un problema de violencia, entre otros derivados de las rutas de comercio ilegal de drogas, y para el asiático que enfrenta los retos de la producción y la comercialización de drogas sintéticas.
El Informe Mundial 2015 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito deja claro que hay 246 millones de consumidores -de los cuales 27 millones son consumidores problemáticos- y un número de muertes asociadas al consumo de drogas estimadas en poco menos de 200 mil anualmente en todo el mundo.
La naturaleza universal de este desafío es precisamente lo que refleja una resolución adoptada por el Grupo Latinoamericano y Caribeño de la UIP en octubre del 2015 denominada “La Contribución de los Parlamentarios a las discusiones internacionales sobre el problema mundial de las drogas”. Distribuiremos la resolución y solicito atentamente al Secretariado de la UIP anexarla como parte del informe de relatoría de este evento e invito a las delegaciones participantes a examinarla y eventualmente a suscribirla.
En ella se efectúa un llamado a los parlamentarios para el desarrollo de iniciativas que contribuyan a redoblar esfuerzos para comprender y contrarrestar las causas estructurales del problema mundial, prevenir y revertir los daños sociales generados por éste y alentar la generación de sinergias con todos los sectores sociales para la implementación de respuestas eficientes que fortalezcan la cohesión y la inclusión social. Estaremos pendientes de la recepción de esta propuesta por parte de las delegaciones asistentes.
Muchas gracias.