Luego de resultar vencedora en el Tercer Festival Estatal de Teatro Carlos Olvera, la puesta en escena “Polvo de estrellas” se presentó en el escenario del Museo Joaquín Arcado Pagaza en Valle de Bravo, como parte de las actividades teatrales que contempla la treceava edición del Festival de las Almas.Escrita y dirigida por el dramaturgo Antonio Toga, esta obra presenta las situaciones habituales a las que se enfrenta José, un adolescente de 17 años que además de los problemas con su novia, no está de acuerdo en que su padre lo castigue si no obtiene buenas notas académicas ya que su padre cae en contradicción al decirle que muchas personas más tienen mejores sueldos con menos estudios.
Al no encontrar una recompensa por las largas jornadas de estudio y decepcionado de la escuela, José se encuentra en la disyuntiva de continuar o no asistiendo a la preparatoria. La visita de su primo, quien lleva la figurilla de un ídolo maya y el ritual que realizan dan pie a la visita imaginaria de Antoine Lavoisier, Emmanuel Kant, Sócrates y Albert Einstein, quienes explican al joven la diferencia entre estudio y conocimiento, entre buenas notas y aprendizaje, todo ello con un lenguaje sencillo pero crudo que invita a la reflexión.
Esta historia se desarrolla en la habitación del adolescente, en una época en la que las escuelas ofrecen un rápido egreso, con un mínimo de tiempo y esfuerzo, situación que lleva a la frustración al personaje principal. La visita de los 4 científicos cambia dramáticamente la forma de pensar del joven y seguramente del público que acudió a este museo y que durante el Festival de las Almas se convierte en foro en el que se presentan espectáculos escénicos, conciertos, presentaciones editoriales, mesas redondas, conferencias y exposiciones temporales.
Con un lenguaje sencillo y utilizando en ocasiones recursos humorísticos, la presencia de los sabios resulta fundamental para entender a través de varias reflexiones y ejemplos prácticos cómo es que antes de ser humanos, se era polvo de estrellas y al terminar este periodo, razón por la cual se puede considerar que sólo somos “universos tratando de entender el universo”.
Presentados de una manera humana y desmitificando a los personajes, Toga y Compañía atrapa al espectador desde los primeros diálogos y poco a poco lo envuelve en una autocrítica reflexiva sobre las metas en la vida, el modo en que transcurre la existencia y la importancia que tiene la imaginación sobre el conocimiento.
Al entregar el reconocimiento por su participación a esta compañía originaria de Nezahualcóyotl, el Director general de Patrimonio y Servicios Culturales, Felipe González Solano, reconoció el trabajo escénico de los actores, pero sobre todo el importante contenido del argumento y la forma en que se presenta, una propuesta escénica que da como resultado una representación teatral obligada para alumnos y padres de estudiantes preparatorianos.