Después de varios cambios y nombramientos en el equipo de campaña del aspirante priísta a la gubernatura del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, se nombró al ex procurador federal del consumidor, Ernesto Nemer Álvarez como coordinador de campaña, lo cual viene a dimensionar el tamaño del reto que enfrenta el PRI en este 2017.Nemer Álvarez ya ha sido presidente de la Junta de Coordinación Política en la Legislatura mexiquense, funcionario estatal y federal, tanto ligado a la gobernabilidad local como a Desarrollo Social federal, donde fue subsecretario.
Si se le nombra coordinador de campaña es porque su capacidad de interlocución es grande tanto hacia el interior como hacia el exterior, pero además porque no se va a tratar de una contienda dura, de golpe y porrazo o ataques a la yugular, sino más bien un proceso donde se va a cuidar la gobernabilidad.
Nemer también es parte de un grupo de priísta identificados con el ex gobernador Emilio Chuayfett Chemor, quien siempre ha tenido participación en los gabinetes estatal y federal, pero además, hay analistas que lo ligan con la comunidad Judía y también libanesa, que en el país ha impulsado a muchos gobernadores como José Murat en Oaxaca, Omar Fayad en Hidalgo, entre otros.
Su relación con el presidente de la República es buena, y con el gobernador mexiquense, también –políticamente hablando-.
Ernesto Nemer viene de la vieja escuela donde todavía se respetan los acuerdos y hay garantía de que todo lo que se hable o se pacte se cumplirá al pie de la letra, lo cual vendrá a darle certeza a los liderazgos internos para participar más tranquilamente en la contienda a favor de Alfredo del Mazo.
Hacia afuera seguramente será una figura que exigirá respeto y campañas con propuestas en lugar de jugar al lodazal, pero también debe entenderse como una prueba enorme si es que quiere permanecer en la política mexiquense o nacional.
PARA EL CUADERNO DE LOS DIVORCIOS… se apuntan dos separaciones interesantes, la del PRD y el PT que después de muchos capítulos concluye con un escenario en el que cada quien va por su lado a ganarse la representatividad que merece ante los electores y la segunda, ocurre entre Concertación Mexicana de Manuel Espino y Paty Durán, y Movimiento Ciudadano a cargo de Ignacio Samperio y Jacobo Cheja, donde se han concluido los ciclos acordados y como dos entes civilizados se divorcian en buenos términos.
Los dos partidos de izquierda tienen por delante un gran reto de cara no solo a la lucha por la gubernatura, sino para posicionarse rumbo al 2018 donde habrá mucho que consolidar. El PRD con su candidato Juan Zepeda Hernández y el PT, con su abanderado Oscar González Yáñez.
Por su parte, Manuel Espino y su organización sienten que se le va de las manos la oportunidad de participar en este 2017 y ser factor de triunfo ante el escenario de que el Movimiento Ciudadano no participa ni tiene candidato.
Es claro que Manuel Espino no va a regresar al PAN de donde salió por no estar de acuerdo con el manejo interno de las familias panistas y negociaciones por debajo de la mesa; pero también es claro que si a alguien odia o le cae verdaderamente mal, es Andrés Manuel López Obrador, por lo que sin duda no apoyaría a MORENA ni a su candidata.
Si yo fuera el PRD, ya lo estaría invitando a participar por la izquierda lo cual realmente empataría las fuerzas con el PRI, PAN y MORENA haciendo de esta elección una contienda de 4 cuartos como lo han afirmado los mismos perredistas.