El fandango de los muertos, 30 años. Crónica de una muerte teatralizada, autoría de Jorge Rubén López Jiménez y Víctor Nava Marín, publicado por la Universidad Autónoma del Estado de México, es una retrospectiva, un análisis cronológico de las representaciones de esta icónica puesta en escena. En este libro, que se presentó en el Museo Universitario “Leopoldo Flores”, los universitarios, quienes han formado parte de la puesta en escena en la parte musical o como autores de reseñas, dan testimonio de las 30 temporadas de El Fandango, a través de los programas de mano y un recuentro cronológico de los respectivos repartos, lo cual también implica un reconocimiento para cada uno de los participantes, que inicialmente eran 14 y en la actualidad son más de 160 actores en escena.
Acompañada del director de la Compañía Universitaria de Teatro, Héctor Sánchez, así como Alejandro Osorio y Juan Carlos López Santana, quienes dieron lectura a varias reseñas de aniversarios, la directora del Museo, Gabriela Morales San Juan, destacó la importancia de la historia, la memoria y la identidad cultural.
Este libro, dijo, es una apertura a las expresiones culturales que marcaron a nuestra ciudad; evita que caigan en el olvido, pues es una especie de memoria para poder mantenerla con vida, vigente y disponible para aquellos que en el futuro quieran investigar y saber sobre lo que en materia cultural se realiza en la Autónoma mexiquense.
En este ejercicio, al que asistió el director de Museos de la UAEM, Jorge Guadarrama López, se señaló que la permanencia de El fandango de los muertos radica en que refleja una de las más arraigadas tradiciones mexicanas, es decir, la celebración del Día de Muertos.
Con el propósito de dar cuenta del impacto que a lo largo de sus 30 años ha tenido esta propuesta escénica, Jorge Rubén López Jiménez y Víctor Nava Marín elaboraron un relato de las temporadas, registraron los cambios y contextos bajo los cuales se llevó a cabo.
El libro permite una aproximación cronológica al fenómeno sociocultural de El Fandango, que también posibilita el encuentro de actores (profesionales, en formación e invitados), con un público cada vez más numeroso y deseoso de mantener viva una tradición muy nuestra.