Gracias a las virtudes de la Constitución federal de 1917, en los últimos cien años México ha permanecido como una república representativa, democrática y federal estable, señaló Daniel Barceló Rojas, profesor e investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y autor del libro “Estado de México, Revolución y Constitución en las entidades federativas”.Durante la presentación de esta obra literaria, como parte de las actividades conmemorativas del Centenario de la Constitución Mexicana y Mexiquense de 1917 realizadas por la 59 Legislatura local, en coordinación con la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) y la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, su autor afirmó que México no requiere un nuevo texto constitucional.
La Constitución vigente, agregó Daniel Barceló ante estudiantes y docentes, responde a los intereses de los mexicanos, los derechos sociales, la justicia a los núcleos de obreros, campesinos e indígenas, con técnica legislativa impecable.
En el auditorio del Centro de Investigación en Ciencias Jurídicas, Justicia Penal y Seguridad Pública “Dr. Francisco Velázquez Mejía” de la Facultad de Derecho de la UAEM, el académico explicó que el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM propone dejar en la Constitución los aspectos esenciales, como derechos fundamentales, derechos sociales, los conceptos de república, democracia representativa, federalismo, estado laico y la parte reglamentaria enviarla a través de leyes de desarrollo constitucional.
“Se conserva a la Constitución de manera estable y asequible. De esa forma se puede continuar procesando los cambios que sí requiere el Derecho mexicano, dejando estables los grandes principios que tanto costó a nuestro país”, explicó”.
En apoyo a lo comentado por el autor de la obra, Sadot Sánchez Carreño, director general del Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias de la Cámara de Diputados, dijo que ante la pregunta de si es necesaria una nueva Constitución, se puede considerar como una opción crear un ordenamiento entre la Constitución y las leyes federales que se llame la Ley de Desarrollo Constitucional y reglamentar lo que haga falta.
A la fecha, explicó, se han hecho 703 reformas a los artículos constitucionales, de ellas 318 fueron en los últimos 20 años y de éstas 151 en los últimos cinco años, lo que revela que las fuerzas políticas del país se han puesto de acuerdo para que prosperen esas reformas.
Por lo tanto, indicó, “no necesitamos otra Constitución, porque los principios básicos no han cambiado; se trata de una dinámica constitucional que obedece a la dinámica de su sociedad”, concluyó.
José Dolores Alanís Tavira, subdirector académico de la Facultad de Derecho de la UAEM, moderó la presentación de esta obra, en tanto Roberto Emilio Alpizar González, secretario técnico de la Comisión para los Festejos del Centenario de la Constitución Mexicana y Mexiquense de 1917, explicó que a través de esta obra se conocerá el desarrollo de la Revolución Mexicana en los estados de la República y su respuesta jurídica, además de que permite un conocimiento integral de la historia constitucional.
Alejandro Wong Meraz, profesor e investigador de la UAEM, dijo que lo emblemático de la Constitución Mexicana no es sólo la cuestión de los derechos sociales sino la estabilidad política que se ha logrado a través de ella.