- No se debe confiar en la temporada de frío y se deben refrigerar alimentos para evitar contaminación por bacterias nocivas.
- Una adecuada preservación previene enfermar de diarrea, dolor abdominal, fiebre y vómito.
Los alimentos perecederos, especialmente productos lácteos, carnes cocinadas, pescados y carnes de ave, deben almacenarse en refrigeración para evitar ser contaminados por bacterias perjudiciales.
De acuerdo con el nutriólogo Jorge Hernández Arellano, coordinador de Nutrición y Dietética del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Estado de México Oriente, para evitar males intestinales como diarrea, dolor abdominal, fiebre y vómito por consumir alimentos contaminados, advirtió que los comestibles en descomposición por falta de refrigeración pueden ocasionar síntomas neurológicos como hinchazón de ojos, visiones dobles y dificultades renales.
Para prevenir los males gastrointestinales e intoxicaciones, recomendó a la población, en particular a las amas de casa, tener en cuenta las siguientes indicaciones:
- Cuando se adquieran alimentos perecederos como carnes de aves, el pescado, los lácteos y todos aquellos comestibles refrigerados, no deben de permanecer más de dos horas fuera de congelación, es decir, a temperatura ambiente, hasta el momento en que llegue a su casa y los meta de nueva cuenta al refrigerador.
- Todo el alimento congelado no se debe descongelar a temperatura ambiente, sino con mucha anticipación. Los comestibles que se van a cocinar, hay que descongelarlos en una heladera y esto va a prevenir contaminación.
- No se tiene que volver a congelar un alimento que ya fue previamente descongelado, a menos que éste se cocine antes de colocarlo nuevamente en el refrigerador.
- En el caso de que los alimentos se vayan a trasladar de un domicilio a otro, hay que asegurarse de que hayan estado en refrigeración y que vayan en recipientes térmicos. Hay que colocarlos en hieleras con tapas.
- En el caso de frutas y verduras hay que lavarlas minuciosamente antes de consumirlas para evitar la contaminación microbiana.
Se recomienda evitar consumir alimentos que se expenden en la vía pública, lavarse las manos con agua y jabón antes de cada comida, así como después de ir al baño, además lavar verduras y frutas. Todo ello, con el fin de prevenir enfermedades diarreicas.