Nicolás Romero, México.- El Gobierno de México fiel a su política neoliberal de desatención económica para las clases sociales más desamparadas, sustenta que el ritmo de los contagios en las últimas tres semanas da “señales de disminución”, mentira que tiene la finalidad de que la población, sin temor, retome sus actividades laborales, cuando el promedio de personas infectadas asciende a más de siete mil diarias para llegar a 350 mil contagiadas con 40 mil personas que han perdido la vida por el coronavirus, sostuvo el dirigente del Movimiento Antorchista en el noroeste mexiquense, Héctor Javier Álvarez Ortiz.
Hugo López-Gatell, subsecretario de salud, aseguró recientemente que la aceleración de casos durante la semana 28 de la epidemia fue de 1.2%, porcentaje que indica según él que la pandemia podría empezar a retroceder. Esto cuando en la realidad vemos en nuestras comunidades que uno o varios familiares, vecinos y conocidos presentan síntomas de Covid-19, cuando nos enteramos que tal vecino murió o que tal familiar en menos de una semana postrado en su casa se fue víctima del coronavirus.
Para engañar a la población Gatell dijo que “la epidemia sigue creciendo, pero cada vez a una velocidad más lenta, lo que hace que nos aproximemos al punto cero de crecimiento y de ahí vendrá el decrecimiento”, esto es otra falacia más porque el gobierno no ha hecho pruebas diagnostico masivas que impidan que el fatal virus se siga propagando. Diario, cuando menos pensamos nos enteramos que la persona con la que nos reunimos en días anteriores, con las debidas precauciones, hoy fue a visitar al doctor porque se sentía mal y el diagnóstico es que tiene síntomas de Covid-19. Señal de que el virus esta en todos lados y que en cualquier momento nos podemos contagiar, indicó.
Pero ¿por qué miente, engaña y manipula tan reiteradamente el gobierno de México? La respuesta es porque no está en sus planes, ni hoy ni nunca, instrumentar una política social que beneficie a la población, porque ello requeriría invertir recursos económicos en solventar las necesidades de lo más vulnerables y ese no es su propósito, para eso no se hizo gobierno, para eso no conquisto el poder; su objetivo y su compromiso es instrumentar con más ahínco la política neoliberal que hace que pocos gocen de grandes riquezas y en contra parte que millones de personas queden en pobreza.
Esa es su meta, imponer el poder, por medio de sus programas clientelares, a una nueva clase de empresarios, una que goce del poder con él, aunque para ello tenga que decir una mentira tras otra, basada en “primero los pobres”, aunque el pueblo, obligado por la carencia de alimentos y recursos para subsanar sus carencias, salga a trabajar y muera, apuntó.