- Se expondrán en la Plaza de los Mártires hasta el próximo 2 de noviembre.
- Participan dos pueblos originarios de Michoacán, purépecha y tlapaneca.
Toluca, Estado de México.- Denominada El fulgor de los recuerdos, la Muestra monumental mexiquense de Día de Muertos inaugurada en la Plaza de los Mártires, incorpora las ofrendas de los cinco pueblos originarios del Estado de México, que en conjunto sintetizan su cosmovisión y que estarán expuestas hasta el próximo 2 de noviembre.
En el marco de la Feria y Festival Cultural del Alfeñique Toluca 2018, autoridades estatales y municipales inauguraron la muestra entre destellos de cempasúchil y la intensidad aromática del copal.
A los centenares de asistentes a este acto, se explicó que esta manifestación viva de tradiciones prehispánica “no tienen otro fin que el de rendir culto para beneplácito de quienes ya no están con nosotros, y qué mejor que realizar esto en el corazón de la capital mexiquense”.
En el centro geográfico de Toluca las ofrendas monumentales son las expresiones más representativas de los cinco pueblos originarios de la entidad: otomí, matlatzinca, nahua, mazahua y tlahuica, a los que se han sumado como invitados especiales dos pueblos del estado de Michoacán: el purépecha y el tlapaneca, quienes montaron una ofrenda con los elementos característicos de su región.
Las ofrendas de los grupos originarios están constituidas con elementos específicos que identifican a cada pueblo, la otomí se caracteriza por colocarla sobre un petate, símbolo de respeto y autoridad; en muchas ocasiones no tiene adornos ni imágenes religiosas; la nahua se establece en el lugar que las familias consideran más importante de la casa y frente a los altares colocan una mesa con un mantel blanco, acompañada de un arco en forma de media luna elaborado con ramas que son adornadas con flores blancas y de cempasúchil.
La matlatzinca tiene como característica especial que se coloca un arco en forma de aureola que significa los rayos del sol que iluminan las almas de los difuntos; la mazahua tiene como elemento esencial el copal, con el que se purifica el aire, y veladoras para alumbrar el camino de los fieles difuntos, finalmente, la ofrenda tlahuica se realiza en dos niveles que representan la división de la tierra y el cielo.