- La iniciativa, enviada por la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, implica perímetros de las pirámides del Sol y de la Luna.
- Piden a Congreso mexiquense validar el convenio firmado en abril de 2024.
El Pleno de la LXII Legislatura mexiquense recibió una iniciativa, por parte de la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, para legalizar el convenio amistoso de reconocimiento de límites territoriales entre los municipios de Teotihuacán y San Martín de las Pirámides.
En sesión deliberante, el legislador Israel Espíndola López (morena), dio lectura a la iniciativa con la cual los municipios acuerdan respetar las restricciones en el uso del suelo a lo largo de la franja límite entre ambos, que implica cuatro metros de derecho de vía por cada lado.
Las demarcaciones trabajarán conjuntamente en acciones de amojonamiento y señalización sobre la línea limítrofe, en puntos estratégicos, asumiendo los costos equitativamente.
El contrato destaca que, pese a que actualmente las pirámides del Sol y la Luna se encuentran en Teotihuacán, existe una gran tradición histórica que preveía que San Martín de las Pirámides tenía en su territorio parte de esa zona.
Ante esto, en una resolución pacífica, los municipios acordaron que la pirámide de la Luna se integre a San Martín sólo en cuanto al límite territorial, pero no sobre la posesión, propiedad o ejecución de obras.
Este acuerdo intermunicipal data de abril de 2024, y cuenta con la aprobación de ambos cabildos. Además, los municipios Otumba y Temascalapa son considerados como terceros involucrados.
Al respecto, el parlamentario Samuel Hernández Cruz (morena) celebró el acuerdo al que llegaron los municipios, porque puede ser el primer paso para reglamentar sus actividades económicas y de desarrollo urbano en esa zona arqueológica.
Además, llamó al Instituto Nacional de Antropología e Historia a que se garantice el mantenimiento del sitio, así como a los ayuntamientos mexiquenses para que resuelvan sus diferencias limítrofes con convenios similares, como es el caso de Tecámac y Tonanitla, para evitar que los alrededores del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles se vuelvan “tierra de nadie” y evolucionen como polo de desarrollo.