El clima post-electoral empieza a transitar por dos vías, el de la violencia de los inconformes que se suscitó ya en algunos de los consejos municipales y distritales del Estado de México, tanto para defender el triunfo ganado en las urnas como para tratar de arrebatar los paquetes de actas y boletas para desenmascarar el fraude cometido en su contra.
La segunda vía, será la jurídica, la que llevará los triunfos electorales de las urnas a los tribunales para tratar de encontrar la justicia que la autoridad electoral debió garantizar con un conteo contundente y sin lugar a dudas, que lamentablemente todos extrañamos en esta ocasión.
Es claro que así como algunos triunfos que se revirtieron de último momento en los conteos del PREP –caso concreto el de Huixquilucan-, no por ello dejarán de ser discutidos en los tribunales tanto a favor como en contra, por lo que los grupos de abogados en todos los partidos están trabajando horas extras para poder resolver lo que en las urnas no quedó de forma contundente.
También es necesario comentar que la mayoría de los municipios tuvieron elecciones competitivas, a excepción de unos cuantos, por lo que los tribunales tendrán mucho trabajo en estos y jugarán un papel muy importante, pues quedará en manos de los magistrados la validez del voto en algunas partes.
Las peleas más cerradas son entre el PAN y el PRI en muchos de los ayuntamientos, y en contadas ocasiones entra el PRD lo que sin duda dejará fuera a los perredistas de la pugna electoral en los tribunales, pues ciertamente, los triunfos del PRD fueron contundentes en el valle de México y en el Oriente, sin descartar el sur, pero en el valle de Toluca, pocos y ya están siendo objetados como el caso de Capulhuac.
Otros que enfrentan problemas son los triunfos naranjas como el de Temoaya donde el PRI pretende arrebatar el gobierno, pues toda esa zona se le puede contaminar y pintar de naranja.
No es raro, pensar que Xonacatlan por tercera ocasión consecutiva irá a los tribunales y está a río revuelto, pues aunque la pelea es entre el PRI y el naranja, si se calculan mal las cosas y se anulan las casillas equivocadas, pudieran meter al ayuntamiento a la planilla del PAN-PT.
Toluca y Metepec también tienen su camino reservado hacia los tribunales con el complemento de una demanda del abanderado panista, Juan Rodolfo Sánchez, hacia las autoridades de la Secretaria de Hacienda dado que lo quieren doblegar con un acoso fiscal, según reporta.
Este miércoles también entregaron la constancia de mayoría a David López en Metepec, confirmando su triunfo, lo cual no lo salvará de pasar por las impugnaciones del panista, Alfonso Bravo.
Es claro que todo esto se hubiera evitado si el PREP hubiera funcionado de forma eficiente, eficaz y sin dejar lugar a dudas de que lo que está en el sistema es lo mismo que está en las actas de casillas. La tardanza y la falta de cómputos finales en el PREP fueron la tumba de la confianza en dicho programa de resultados electorales preliminares. Ahora toca a los tribunales hacer la chamba.
PARA LA LIBRETA TRICOLOR… es claro que el candidato del PRI a la alcaldía de Temoaya, Apolinar Escobedo Ildefonso dejó muy mal parado a su partido desde el principio de la contienda donde fue repudiado por la ciudadana desde su designación, pero su insistencia y sus ‘palancas’ lo mantuvieron como abanderado.
El PRI debe su derrota en Temoaya a la mala selección de su candidato en primera instancia, pero en segunda, a la mala actuación de su abanderado que lejos de operar para cicatrizar las heridas y convencer a la población de sus proyectos para el municipio, siguió en la línea de la soberbia.
Malas cuentas entrega Apolinar Escobedo a quienes le brindaron la confianza para hacerlo candidato como fueron Aarón Urbina y Carlos Iriarte Mercado, pues ambos ignoraban que la bola de nieve fuera creciendo en repudio hacia el candidato del PRI y que nadie operaba para sanar la campaña.
El PRI pierde Temoaya cosa que no es nueva, pues ya había pasado anteriormente cuando se unieron todas las fuerzas opositoras, pero si debe llevar a una reflexión interna intensiva de que el tiempo político de Apolinar Escobedo se acabó y hay que dar paso a la gente nueva, a la sangre joven que pueda demostrar experiencia y tamaños.