Para terminar con los prejuicios contra los jóvenes con tatuajes o piercings en su cuerpo es necesario que desde la casa, escuela e instituciones públicas y privadas, se fomente la tolerancia y la inclusión de las personas, a fin de valorarlas por sus capacidades y no por su imagen, destacó Jesús Elías Estrada García.El secretario Técnico de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, detalló que los jóvenes se agrupan para buscar su identidad y como una forma de consolidar el sentido de pertenencia se hacen tatuajes o se colocan piercings y aretes; sin embargo, esto no quiere decir que son personas indeseables o que realizan actividades delictivas, comentó al recalcar la urgencia de que la sociedad sea más tolerante.
Argumentó que la Codhem trabaja con diversos sectores de la población para explicar el principio y valor de la tolerancia y para lograr sensibilizarlos, pues reiteró que todos somos diferentes en comportamiento, pensamiento y forma de vestir, pero se mantienen nuestros derechos y obligaciones.
En cuanto al ámbito laboral, indicó que todavía existen prejuicios en las instituciones públicas y privadas, pues cuando un joven llega vestido y con una imagen fuera de lo común, se genera rechazo.
Agregó que los encargados de reclutarlos deben valorarlos por sus capacidades, conocimientos y aptitudes para desempeñar un trabajo, por encima de su imagen, y entender que no necesariamente ésta repercutirá en beneficios o aspectos negativos para la empresa que los contrate.
Al mismo tiempo conminó a los integrantes de esos grupos a no aislarse de los demás, ya que pueden convivir de forma armónica con intereses, ideas y opiniones diferentes.