Cualquier acto de tortura lacera la dignidad humana y afecta directamente a la sociedad, ya que es el valor esencial de las personas, que debe respetarse, afirmó María del Carmen Hernández Reyes, instructora de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México.
Explicó que de acuerdo con la Convención contra la Tortura y otros Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes, es un acto por el cual, se infligen de manera intencional dolores o sufrimientos graves a una persona, y éstos pueden ser físicos o mentales, con la única finalidad de obtener información.
Indicó que a los encargados de la seguridad pública así como a agentes ministeriales, se les capacita de manera permanente, a fin de prevenir métodos que provoquen daños físicos y psicológicos para obtener datos o confesiones, sobre todo, en las áreas de detención, galeras y centros de reclusión.
Comentó que por lo general es difícil que el o la detenida, denuncien esos actos, por las secuelas que les dejan, como trastornos de ansiedad, psicosis o estrés postraumático,
Por eso, la CODHEM imparte pláticas preventivas al personal de seguridad, sobre la Ley Federal que Previene y Sanciona la Tortura, así como el Protocolo de Estambul, el cual es un instrumento internacional que tiene la finalidad de evaluar a la persona que denuncia haber sufrido tortura, y se explica a los elementos, que en caso de cometer alguno de esos actos, puede hacerse acreedor a una denuncia penal y administrativa, sobre todo cuando existen pruebas para determinar que hubo tortura.
Por último, señaló que se debe concientizar a los servidores públicos, pero no sólo a los elementos, sino a los mandos medios y superiores, para que eviten ordenar el uso de métodos fuera de la ley.