La tortura es un tema que preocupa y requiere atención urgente, de ahí la importancia de capacitar de manera constante a los servidores públicos para prevenir esos actos, ya que por la deshumanización a veces se registran violaciones a derechos humanos, destacaron el primer visitador general de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) José Benjamín Bernal Suárez y el agente del Ministerio Público de la Procuraduría General de la República (PGR), Alejandro Pineda Mendoza.Al inaugurar el curso “Combate y prevención de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes”, impartido por la Procuraduría General de la República a personal de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana (CESC), Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), Tribunal Superior de Justicia de la entidad (TSJEM), Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), peritos en medicina y psicología, entre otros, el primer visitador General de la defensoría estatal, refirió la necesidad de alimentar los conocimientos en la materia, al considerar que es un asunto que requiere atención y actualización en las instancias de procuración de justicia.
Al respecto, el capacitador de la Subprocuraduría de Derechos Humanos y Prevención del Delito de la PGR, puntualizó que hablar de humanidad significa interacción y contacto, por ello, los policías deben ver siempre a los demás como seres humanos, sin embargo, por los trabajos que realizan cotidianamente, a veces se deshumanizan y esa situación puede ser causa para vulnerar la dignidad de algunas personas.
Destacó que los servidores públicos deben tener presente que quienes hacen ver grande el uniforme de determinada dependencia, son quienes lo portan, con su actitud, por tanto, hacer bien su trabajo ayuda a prevenir la tortura, de lo contrario, podrían quedar en estado de vulnerabilidad en el caso de alegatos de violación a derechos humanos de personas detenidas.
Recalcó que la tortura puede ser física o psicológica, por eso es indispensable que los elementos policiacos conozcan y hagan saber a los detenidos sus derechos, y si es necesario, materializar sus derechos humanos, por ejemplo, al llevarlos al servicio médico cuando hayan sufrido alguna lesión.