Deben diseñarse procesos de transformación a partir de la familia y la educación que alteren los hábitos y costumbres de la estructura social a fin de fortalecer la cultura ética, sostuvo el vocal ejecutivo del Instituto de Estudios Legislativos (Inesle), Jorge Alberto Huizar Ríos, quien consideró esta reflexión como uno de los rasgos esenciales del libro “La ética pública frente a la corrupción. Instrumentos éticos de aplicación práctica”, del investigador Óscar Diego Bautista.La fortaleza de la familia y de la educación nos dará mejores ciudadanos y, por ende, mejores servidores públicos, agregó Huizar Ríos durante la presentación de esta publicación del Instituto de Administración Pública del Estado de México, en conmemoración del Día del Abogado organizada por el Inesle, el ayuntamiento de Toluca y el Colegio de Abogados del Estado de México.
Ante Luz María Gómez Ordóñez, investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional, y Alfredo Hurtado Cisneros, director jurídico del ayuntamiento de Toluca, subrayó que este libro expone “de manera sucinta las diferentes opciones para combatir y erradicar la corrupción en el ámbito de la administración pública y contribuye a la formación de una cultura ética que se basa en la transparencia, la rendición de cuentas y el espíritu de servicio”.
En su oportunidad, Óscar Diego Bautista, integrante del Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades de la UAEM, sostuvo que el fenómeno de la corrupción es incluso cultural, por lo que es indispensable impulsar una cultura que la contravenga, “desde los hogares, donde impulsemos el pensamiento que favorezca la honestidad”.
Explicó que los países con menor índice de corrupción han implantado, no solo leyes, sino también han formado a los jóvenes dentro de una cultura que instituye a la honestidad como valor irreversible. Por lo tanto, dijo, en México debemos promover la modificación conductual de nuestros servidores públicos y de la sociedad misma.
Por su parte, Luz María Gómez dijo que se deben fortalecer los valores éticos, así como la prevención de actos de corrupción”, en la esfera pública y en la privada, además de que este libro invita a una reflexión profunda de un fenómeno que nos atañe como mexicanos y como ciudadanos, que “no podemos combatir si estamos ciegos ante el problema o sus orígenes, que son la falta de valores y de cultura de responsabilidad individual ante la sociedad.