Es fundamental la transmisión de valores en la familia, como la confianza y el respeto a sí mismo y hacia los demás, para evitar que las niñas, niños y adolescentes sean vulnerables a la trata de personas, con fines de explotación laboral o sexual, destacó la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de México.Alertó que después del narcotráfico y de la venta de armas, el negocio más rentable es el tráfico de personas, que inicia con la presión psicológica a través de chantajes y llega a la violencia física contra las víctimas, siempre, con fines de obtener una ganancia monetaria.
Indicó que este delito también atenta contra la dignidad humana, al llevar a la víctima a un estado de mendicidad.
La familia tiene una labor esencial de cuidar y proteger a los integrantes de menor edad, por eso, precisó, el personal de la Codhem imparte pláticas a los padres, para que a su vez orienten a sus hijos sobre cómo cuidar su integridad física y emocional, comentó.
El grupo de adolescentes y jóvenes es el más atractivo para las personas dedicadas a esa actividad ilícita, por eso la recomendación a los adultos es que tengan comunicación y les expliquen los riesgos que corren cuando son enganchados por las bandas de tráfico de personas.
El mensaje del organismo defensor al sector infantil y juvenil es que no caigan en chantajes de personas, que los busquen de manera presencial o vía redes sociales para platicar y pedirles sus datos personales, ofrecerles opciones escolares o de trabajo como el modelaje, en donde incluso les solicitan que no avisen a sus tutores sobre esa oferta.
La insistencia es que los padres de familia estrechen la comunicación con sus hijos, convivan con ellos y conozcan sus intereses, para guiarlos en sus actividades recreativas, escolares, deportistas y laborales.