La Sala de conciertos Felipe Villanueva de la capital mexiquense recibió a los cinco finalistas de la categoría profesional que compitieron por el premio de 25 mil dólares para poder continuar y perfeccionar sus estudios de danza clásica en una escuela de prestigio en México o en el extranjero.
Elsa Vázquez Alcántara, originaria de Ecatepec y con apenas 17 años de edad, fue la ganadora de este gran estímulo que el Gobierno del Estado de México otorga a los jóvenes para impulsar el talento y permitirles lograr sus sueños de bailar en compañías internacionales, ejemplo de ello son Pablo Pacheco vencedor en 2012 quien viajó a Alemania; Mariana Morfín premiada en 2013 que estudió en Polonia y Chantal de la Torre, triunfadora en 2014 que visitará Rusia.
El jurado calificador integrado por la Primera Bailarina de la Ópera de Berlín, Elisa Carrillo Cabrera y los primeros bailarines Mikhail Kaniskin y Rishat Iulbarisov, estuvieron atentos a cada uno de los movimientos que expresaron los competidores Lilia Mandujano, Luisa Escamilla, Andrea Emicente, Miguel Hernández y Elsa Vázquez; calificaron con detenimiento la figura, la técnica, la precisión y la seguridad con que salieron al escenario.
Posteriormente, se hizo entrega de los reconocimientos a los becados en las tres categorías ante la presencia del secretario de Cultura, Eduardo Gasca Pliego, acompañado de Elisa Carrillo y del director general de Patrimonio y Servicios Culturales, Felipe González Solano. Haciendo evidente su emoción y orgullo, Gasca Pliego dijo que se seguirá trabajando para que cada vez haya más mexiquenses cerca de la cultura y que muchos pequeños vean en el arte una oportunidad de desarrollo profesional porque de esta manera y con el apoyo del GEM serán ellos quienes enriquezcan el patrimonio intangible de nuestro estado.
Para cerrar con broche de oro, se le hizo entrega a Elsa Vázquez un cheque enorme que, dijo la ganadora, representa “mi sueño y yo representaré a mi estado donde quiera que vaya y trabajaré para que este apoyo tenga grandes resultados”.
De esta manera el GEM hace de la danza clásica y contemporánea una oportunidad de crecimiento que sana el tejido social y une a las familias.