En votación unánime los consejeros estatales de Morena designaron a la maestra Delfina Gómez Álvarez coordinadora de Organización de la entidad de cara al proceso electoral del 2018, para renovar 125 municipios, 45 diputados locales, federales, senadurías y la Presidencia de la República. El reunión extraordinaria, el Pleno del Consejo Estatal acordó que en conjunto con la Comisión Nacional llevarán a cabo el proceso para designar también a coordinadores de Organización Regionales.
En el Tercer Consejo estatal de Morena, la maestra Delfina Gómez Álvarez, exhortó a los líderes a enfocar las baterías de Morena en buscar el consenso y unidad interna.
Aseguró que el presidente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador le apuesta al trabajo, al compromiso, a la unidad más allá de los intereses personales, y recomendó “lo importante que es la práctica y la autoevaluación del desempeño de Morena en la entidad”.
La ex candidata de Morena al gobierno del Estado de México señaló que la población tiene la certeza de que Morena es la única opción para transformar a México.
Enfatizó que en “Morena no se compran voluntades, ni se compran conciencias”, en tanto, “en el PRI por el contrario todo lo compran, sobre todo dignidades”.
La ex alcaldesa de Texcoco consideró oportuno reforzar el trabajo de equipo en los municipios, en donde es necesario dar mayor capacitación de los representantes de casilla.
Respecto a la participación de la ciudadanía en el pasado proceso electoral, reconoció el esfuerzo de la población para modificar las condiciones de inseguridad y violencia en que viven 16 millones de mexiquenses.
Además, expuso que en los municipios los habitantes están cansados y sufren con la deficiencia de los servicios básicos; agua potable, electrificación y alumbrado;
Y a nivel estatal, insistió en la ineficiencia del sector salud en la prestación del servicio y la problemática de movilidad urbana que se vive en el transporte y en el traslado a las fuentes de empleo y educación.
Gómez Álvarez lamentó el comportamiento de las autoridades priístas del Estado de México, de la federación y electorales al no respetar la voluntad ciudadana, por lo cual reconoció el esfuerzo de la militancia y de los electores para mantener un movimiento pacífico.