

Toluca, Estado de México. — Con el firme propósito de dignificar la vida de las y los mexiquenses que habitan en los municipios con vocación histórica, cultural y turística, el diputado Samuel Hernández Cruz presentó una iniciativa para que el 50% de los ingresos recaudados por derechos de acceso a museos y zonas arqueológicas sea asignado directamente a los municipios donde se encuentran estos recintos.
Actualmente, municipios como San Martín de las Pirámides y Teotihuacán reciben únicamente el 5% de los ingresos generados por las taquillas de las zonas arqueológicas, lo que limita su capacidad financiera para mejorar servicios públicos, infraestructura urbana, movilidad y condiciones sociales de las comunidades que conviven diariamente con el flujo turístico.
“Nuestras comunidades resguardan el patrimonio histórico que da identidad a México ante el mundo. Sin embargo, reciben muy poco a cambio. Esta iniciativa busca justicia territorial, equilibrio fiscal y bienestar para las familias mexiquenses. Es una propuesta con conciencia social y profundo Humanismo Mexicano”, afirmó el legislador.
El diputado Hernández Cruz destacó que el turismo cultural y arqueológico genera riqueza, pero, hasta ahora, esa riqueza no se refleja en las calles, servicios, comercio local ni calidad de vida de quienes habitan esos territorios.
De aprobarse la iniciativa, se fortalecerían los presupuestos municipales para:
- Mejoramiento y mantenimiento urbano
- Fortalecimiento de servicios públicos
- Proyectos comunitarios y culturales
- Impulso al desarrollo económico local
- Programas de empleo y capacitación
- Seguridad y movilidad para residentes y visitantes
“No se trata solo de redistribuir recursos; se trata de reconocer el esfuerzo, la historia viva y la identidad de nuestros pueblos. La riqueza cultural debe también ser riqueza para la gente que la sostiene, la cuida y la comparte con el mundo”, resaltó.
Con esta propuesta, Hernández Cruz reafirma su compromiso con la justicia social, el desarrollo regional equilibrado y la dignificación de la vida comunitaria, principios fundamentales del Humanismo Mexicano que impulsa la transformación pública en el país.
