El camino del PRD hacia la lucha por la gubernatura empieza marcado por dos fenómenos interesantes el primero una votación a la baja en comparación con las últimas elecciones federales, donde su piso electoral era de 17 por ciento y ahora se estima que podría ser solo de un 10 por ciento en todo el estado, crecido en algunos puntos gracias a los liderazgos regionales sobre todo en Nezahualcóyotl y Ecatepec.
Sin embargo, el otro fenómeno a favor es la paz interior con la que ha logrado trabajar el PRD ya sin tantos grupos en pugna, con tres protagonistas fuertes: ADN, Nueva Izquierda e IDN, sin embargo, hay más grupos internos que han perdido la beligerancia pero no su presencia regional en algunos puntos de la geografía estatal.
En el PRD, figuran como protagonistas Juan Manuel Zepeda, ex alcalde de Nezahualcóyotl -quien hizo un muy buen papel en dicho municipio-, Javier Salinas Narváez dirigente de Nueva Izquierda, corriente con mayor presencia al interior del perredismo nacional; Víctor Manuel Bautista López, representante fuerte de la corriente ADN, el actual dirigente estatal, Omar Ortega y por la parte de género, la diputada local, Juana Bonilla.
Los perredistas saben que la carrera rumbo a la gubernatura es cuesta arriba y necesitan empezar a posicionar alguna figura fuerte dentro del partido o buscar algún ciudadano que pueda reposicionar al sol azteca en el gusto del electorado, pero corre contra reloj, pues solo queda escasamente un año, definirlo después ya sería tardío.
Hay más casos analizar como la perdida de algunas regidurías en el valle de Toluca y el Valle de México, por falta de consensos, pero nada que no pueda superarse ahora que en la segunda mitad del 2015 iniciará la renovación de las dirigencias municipales a las que todos vislumbran como la entrada al 2017 y al 2018.