- En el Día de la Mujer Indígena, el diputado local afirmó que varias de las políticas públicas que se crearon desde hace más de 30 años en el Estado de México, se han traducido en programas asistencialistas que sólo han dejado despojo y empobrecimiento para ellas y sus familias.
Estado de México.- Para superar la feminización de la pobreza, que se traduce en una doble discriminación en las mujeres indígenas del Estado de México, es necesario que el Gobierno les dé visibilidad y garantice sus derechos sociales, políticos, culturales y económicos.
Tras recordar que el 9.1 por ciento de la población originaria del país se encuentra en la entidad mexiquense, el diputado local, Max Correo afirmó en el Día de la Mujer Indígena que la falta de acceso a la educación, trabajo y al rol de género asignado, la condición de pobreza recae mayormente en las féminas, ya que no son dueñas de las tierras, no perciben un ingreso por su trabajo, y están dedicadas a actividades poco reconocidas en la sociedad.
Durante una reunión con mujeres indígenas en el salón Benito Juárez del Congreso mexiquense, el legislador del partido Morena consideró que se esperaría que el Gobierno estatal estuviera avanzado en dirimir las condiciones de violencia y desigualdad contra las mujeres, “pero a la fecha esto no ha sido así.
“Muchas de las políticas públicas que se crearon en el Estado de México desde hace más de 30 años, presuntamente en beneficio de ustedes, se han traducido en programas asistencialistas que sólo han despojado y empobrecimiento a sus familias”.
Agregó: “Me refiero a esos programas que tutelan y paternalizan la obligación del Estado a verlas como receptoras de programas y blanco de cooptación de votos durante las elecciones. Los gobiernos en su orden federal y estatal no han apostado por el desarrollo integral de las mujeres indígenas, eso implicaría que respetaran la autonomía de sus pueblos y que éstos, con sus autoridades garanticen la seguridad y la vida de todas las mujeres”.
Frente a este panorama, el también Secretario General de la Central Campesina Cardenista (CCC), advirtió que en el Estado de México se requiere que la institucionalidad gubernamental implemente acciones afirmativas para superar la desigualdad, violencia y falta de acceso a la justicia que padecen, asimismo, crear marcos jurídicos de mayor alcance que se encaminen a alcanzar la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres, con respeto a la autodeterminación de las etnias mexiquenses.
En ese sentido, Max Correa argumentó que dado que el estado es basto en población indígena, y las mujeres son parte fundamental de su estructura social, el cambio se debe hacer través de su visibilización, y de garantizar sus derechos sociales, políticos, culturales y económicos para que superen la brecha de desigualdad, y les permite tener un piso firme hacia la verdadera ciudadanía.
La educación básica es el límite máximo que las mujeres indígenas pueden alcanzar debido al lugar social que se les asigna en sus núcleos sociales, donde les coloca expectativas que generalmente no se logran alcanzar debido al sistema patriarcal en el que viven y la pobreza rural.